Breve historia de la marca no corporativa más reconocida del mundo.
En la década de los 70 la ciudad de Nueva York no era ni una sombra de lo que hoy es. Aún muy tocada por la crisis mundial del petróleo de 1973, sufrió en el año 1977 un gran apagón. Un corte en el suministro eléctrico durante un día entero que dio lugar a una de las revueltas más caóticas de la historia de la ciudad. El saqueo, la violencia y los incendios alteraron la percepción que el mundo tenía de ella y el turismo quiso mantenerse alejado de sus peligrosas calles. Eran tiempos oscuros y, literalmente, la esperanza no abundaba…
«El diseño es simple, por eso es tan complicado» (Paul Rand)
Y aprovechando el #DíaMundialDelDiseñoGráfico aquí empieza la historia que queríamos contar: Al gran Milton Glaser le encargó el Ayuntamiento de Nueva York crear un diseño que ayudara a la ciudad a recobrar su antiguo esplendor. Y Glaser creó la marca no corporativa más reconocida del mundo. Ha sido copiada y recopiada hasta la saciedad. Pero es obra de uno de los mejores diseñadores gráficos de la historia. No cobró ni un sólo céntimo, quería ayudar a su ciudad. Curiosamente, incluso a día de hoy, los propietarios de sus derechos siguen ingresando por su uso y comercialización alrededor de 30 millones de dólares al año. ¿Parece un diseño simple, verdad? Por eso es tan complicado 